sábado, 28 de junio de 2014

Washington DC

En mi cabeza, la ciudad de Washington hasta ahora era básicamente esto:


Resultó que había más ciudad. Compré un vuelo de bajo coste, de los que salen a las 6 de la mañana, con una compañia que se llama Southwest y se podría decir que es el equivalente en precio a Ryanair en este lado del charco. Eso sí, la calidad del servicio no es comparable, la disposición de los asientos permite hacer un vuelo relativamente cómodo, y no existen rifas ni casinos durante el vuelo, por lo que se puede descansar perfectamente. No volaba directamente a Washington sino a Baltimore, estado de Maryland, que está a una media hora de coche al norte. En el aeropuerto me esparaba Katie, la amiga de Chris con quien fuimos a escalar a Rumney hace unos fines de semana, que trabaja en el Goddard Space Flight Center de la NASA en Columbia, como ingeniera de VLBI, pues la NASA utiliza la técnica para referenciar las posiciones de satélites y naves. Ella había metido su bici en el coche, y yo alquilé una al llegar a Washington, pues un colega de la uni que estuvo por aquí hace unas semanas me había dicho que merecía la pena recorrer la ciudad en bici. Es cierto, si vais a Washington os recomiendo una bici.


Me estoy aficionando a la bicicleta con trasportín y pata de cabra es muy útil, a lo mejor le pongo los accesorios a la mía de carreras.


La ciudad de Washington, que ocupa la mayor parte del distrito federal de Columbia, sorprende por romper con el estereotipo de ciudad americana de grandes rascacielos que consecuentemente

generan calles estrechas. Las avenidas son anchas, adornadas con boulevares y los edificios de pocas plantas, nada de rascacielos. En los laterales abundan los edificios de estilo neoclasico. Y todo está salpicado de museos. Y la mayoría son gratis!




No es una ciudad muy grande (650 Khabitantes según wikipedia), tiene un buen sistema de transporte público que no margina a los juerguistas, pues los fines de semana cierra a las 3 de la madrugada y vuelve a abrir a las 5. Y es fácil moverse por ella, pues además tiene un buen sistema de carriles bici. El centro neurálgico del turisteo es el National Mall, la famosa esplanada donde se lanzan los fuegos artificiales el 4 de Julio y que sale en un motón de pelis). En un extremo está el Capitolio, que es el equivalente al congreso de los diputados versión americana pero sin leones. Justo enfrente, a un kilójimetro se encuentra el obelisco que conmemora a George Washington, delimitando el paseo por el Sudeste. En los laterales se acumulan un sinfín de museos entre los cuales destacan varios pertenecientes al Instituto Smithsonian. Se necesitaría una semana para visitar Washington y aún así no habrías salido de los museos. Por cierto, la palabra museo viene de templo de las musas, y tiene su origen en la mítica biblioteca de Alejandría, fundada allá por el siglo III aC por orden de Alejandro Magno.

Típica foto del National Mall con el obelisco al fondo.

Lo que normalmente no se ve

Capitolio




Memorial de la guerra de Corea

Con Obama


Es una ciudad muy apañada para visitar porque todos los puntos de interés se concentran en el entorno del National Mall. Con una bici puedes recorrer en una mañana todos los memorials que conmemoran guerras y algunos personajes célebres que representan el ideario de libertad americana como Marthin Luter King, Jefferson, o Lincoln. También en uno de los laterales se encuentra la Casa Blanca. La única atracción turística alejada del lugar es el cementerio de Arlington, destinado únicamente a militares. Se trata de una colina enorme al otro lado del Potomac, ya en Virginia, en donde están enterrados entre otros, los Kennedy. En lo alto de la colina está el famoso mausoleo en honor al soldado desconocido, guardado durante todos los días del año y donde todos los días tiene lugar una ceremonia. Desde allí hay unas bonitas vistas de la ciudad. Aquí os dejo un vídeo para que veáis, como el paquete turístico con el que vine a EEUU incluye todas las atracciones más típicas.


Como bien me dijo Katie en cierto momento, aquí se toman sus soldados muy en serio, así que la mayor parte de los monumentos que se visitan en Washington son memoriales de guerras. No obstante vuelvo a repetir que hay muchos museos que merecen la pena y muchos de ellos gratis.

Ya por la tarde me despedí de Katie, pues tenía una fiesta de despedida en Baltimore y me fuí a hacer el check-in al hostal HI Washington donde me quedaba esa noche. Pertenece a la red de albergues juveniles Hostelling  International, antes conocida como International Youth Hostel que tiene hostales por todo el mundo, (es España está representado a través de la Red de Albergues Juveniles, REAJ) y que es absolutamente recomendable para jóvenes viajeros de mochila, buen humor y poco dinero. Es relativamente barato y se adapta muy bien al tipo de necesidades de un mochilero. El albergue de Washington está a 10 min andando de la zona turística, en un barrio aparentemente seguro y aunque el edificio parece viejo está en perfecto estado, limpio y bien decorado, sin lujos claro. Como es habitual en este tipo de alojamientos, el ambiente joven, cultural, el buen humor, y los mapa-mundis con alfileres asoman por todas las esquinas. Una vez asentado salí a buscar algo para cenar, y andando andando me encontré con los restos de un festival de la barbacoa ...




Capitolio desde otra perspectiva

3 comentarios:

  1. Me encantaaa.... Cuantu aprendo! Igual me repito pero ... Yes como la lonely planey!!!
    Besos q saben a cercanos! :-))))

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  2. Hurra! Pensaba que habias abandonado esta actividad que tan buenos ratos me proporciona. De nuevo, gracias por compartir tus visitas; me permiten conocer lugares a los que seguramente no ire y saber un poco mas. Lo de los museos es parecido en España: cada dia son mas caros!!!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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